La inquieta mirada de Bostelmann

Escrito por el 25 mayo, 2013

A 10 años de la muerte del fotógrafo, la riqueza de sus imágenes se puede seguir en una exposición de 80 piezas

Yeyette Bostelmann se acercó al autorretrato de quien fuera su pareja, Enrique Bostelmann, y recordó: “Esta foto fue en un mercado de uno de estos países del Este, un país comunista; se vendían espejos, la gente pasaba, se paraba y, como ves, Enrique es este que no cabe en el espejo, pero es también éste, con su cámara. Fue su primer autorretrato, en Europa del Este, en 1959. Pudo haber sido Bulgaria, Rumanía, Sarajevo, alguno de estos lugares a los que era barato ir, fue cuando estaba estudiando la maestría de Fotografía, del 58 al 60. Está firmada y es el vintage”.

Esas diversas formas de retratar de Enrique Bostelmann (1939-2003), quien igual fotografiaba la luz cotidiana que las abstracciones que percibía en un medio natural, la publicidad que la industria, o que hacía retratos-homenaje de sus amigos artistas, se puede apreciar en la muestra Imagen, Espacio inagotable, que exhibe el Museo de Arte Moderno hasta el 8 de septiembre.

Son 80 imágenes, también en múltiples formatos y tamaños, también con recursos que exploran la tridimensionalidad con la cámara fotográfica, las que figuran en la muestra curada por Eugenia Macías y Elva Peniche, que se presenta a 10 años de la muerte del artista.

Están en la exposición obras de poco más de 40 años de trayectoria del artista nacido en Guadalajara; hay ejemplos de casi todos los proyectos y series que realizó, mismos que se han integrado en los núcleos temáticos “Paisaje del hombre” “La ola es agua y también escultura” y “El despliegue de la imagen”.

Convencido del uso libre e interdisciplinario de la fotografía, Enrique Bostelmann se preguntaba: “¿Por qué limitar las técnicas de expresión?… ¿Por qué no romper las barreras y usar foto-pintura, foto-escultura, foto cinética? No hay que encerrarse en la llamada forma honesta. Lo honesto está en el punto del que se parte… Cada fotografía crea su propia realidad.”

Reflexiones

Enrique Bostelmann, quien desarrolló gran parte de su obra de manera analógica, reflexionaba sobre el propio medio fotográfico e intentaba siempre trascenderlo.

Por ejemplo, “en sus fotomontajes se basó en soportes tridimensionales para abordar el espacio, hacer énfasis, distinguir volumen y forma”, explicó Elva Peniche durante un recorrido con varios periodistas, previo a la inauguración.

En la exposición se pueden ver grandes fotografías que eran retratos y homenajes, a la vez, de artistas como José Clemente Orozco, Emilio Carballido, Arnold Belkin, entre otros, así como ese autorretrato entre los espejos de un mercado en Europa del Este que Yeyette describió.

“El tratamiento de sí mismo a través del autorretrato muestra esa idea de que no hay un retrato definitivo, jugaba con reflejos, con la idea de que la identidad es múltiple”, describió Eugenia Macías.

La exposición incluye algunas fotografías del proyecto “La Piel de las Aguas”, serie realizada en Comanjilla, Guanajuato, en torno de las aguas termales, donde él aprovechó para hacer registro de la comunidad que iba a lavar su ropa y generar ahí mismo una aproximación abstracta en torno de la luz, el agua y las telas.

Al presentarlas, en una muestra en la galería José María Velasco, en 1974, también fue experimental. Así lo contó Peniche: “No sólo fue exhibir las fotografías sino generar un ambiente, una suerte de instalación, colgó las fotos en una especie de tendedero, con música de las rancherías que fue seleccionada por la propia Yeyette”.

Un archivo por rescatar

Yeyette y Saskia Bostelmann, hija del artista, se refirieron al estado que guardan las obras del fotógrafo, que se conservan en la que fuera su casa en Tizapán, San Ángel.

Saskia comentó: “El archivo se conserva en la casa, tratando de adecuarlo de la mejor manera posible, hemos tenido algunas becas para tratar, primero de mantener, también para cambiar guardas, para el ph neutro; tratamos de mantener, de que no se deteriore”. Yeyette Bostelmann agregó: “No he recibido ni he buscado ofertas de venta (del archivo). Si fuera el caso donaría buena parte del archivo para que esté con mantenimiento adecuado y sobreviva”.

Saskia explicó que son más de 200 mil negativos, y 4 o 5 mil impresiones, en muy diversos campos. “Mi padre que era amante de la música, quería hacer ahí un espacio para la música, era un sótano, y ahí es donde se guarda y cataloga la obra. Se encuentran en muchos soportes y tamaños, en 35 mm, placas, 4 x 4 e impresiones vintage”

Enrique Bostelmann igual fotografiaba la luz cotidiana que las abstracciones que percibía en un medio natural, la publicidad y la industria. Enrique Bostelmann / Cortesía MAM

Su obra se puede apreciar en la muestra “Imagen, Espacio inagotable”, que exhibe el Museo de Arte Moderno hasta el 8 de septiembre. Enrique Bostelmann / Cortesía MAM

Yeyette Bostelmann, viuda del fotógrafo, indicó que su archivo se compone por más de 200 mil negativos, y cuatro o cinco mil impresiones, en muy diversos campos. Alma Rodríguez Ayala

La 80 imágenes que se exponen en el MAM se presentan también en múltiples formatos y tamaños, así como recursos que exploraban la tridimensionalidad con la cámara fotográficas. Alma Rodríguez Ayala

La muestra “Imagen, Espacio inagotable” se presenta a diez años de la muerte del artista. Alma Rodríguez Ayala  

La obras se componen por trabajos de poco más de 40 años de trayectoria de Bostelmann, quien nació en Guadalajara en 1939. Enrique Bostelmann

Los núcleos temáticos de la muestra son: “Paisaje del hombre” “La ola es agua y también escultura” y “El despliegue de la imagen”. Enrique Bostelmann / Cortesía MAM


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