La verdadera maldición detrás de las películas de terror.

Escrito por el 3 agosto, 2013

El séptimo arte ha sido una de las actividades más constantes en la vida del hombre desde que los hermanos Lumiére lo hicieron posible. 
Algunas películas han saltado la barrera que separa la ficción de la vida real y se han cubierto con un halo de misterio más terrorífico que su propio guión. 
Las mismas muertes, accidentes o posesiones que se escenifican en pantalla, suceden luego en la vida real. Actores y equipo técnico son protagonistas de asesinatos sin resolver, enfermedades desconocidas, muertes bajo extrañas circunstancias, durante o después del rodaje de la película. Verdad o mentira, maldición o coincidencia, las personas relacionadas con estas cintas han acabado corriendo la misma suerte que los personajes de ficción y han marcado sus vidas y sus obras para siempre. 

POLTERGEIST 

 

La cadena de muertes acaecida en “Poltergeist” se inicia con la de Dominique Dune (Dana Freeling), una de las hermanas de la pequeña protagonista “abducida” por el televisor. Poco tiempo después del estreno de la película, Dominique fue estrangulada brutalmente por su novio en la puerta de la casa que ambos habían compartido, malogrando una prometedora carrera en Hollywood. 

 

 

Años más tarde de este suceso se comenzó a grabar la segunda parte de la saga, “Poltergeist II”. Al terminar el rodaje dos de los actores sufrieron sendas muertes repentinas. Julian Beck, que interpretaba al maléfico sacerdote Henrry Kane, fue ingresado a las pocas semanas de terminar el rodaje y murió de un cáncer de estómago fulminante. 

También el actor de origen indio Will Sampson, que interpretaba a un chamán (antítesis del nombrado reverendo) enviado para ayudar a la familia, sufrió complicaciones post-operatorias tras un trasplante de corazón y falleció en el hospital. 
 

La última parte protagonizó la muerte más extraña. Heather O’Rourke, la pequeña niña de ojos azules y cabellos dorados que “hablaba” con los espíritus, murió con tan sólo 12 años de edad sin ver estrenada la película. Heather ingresó en el hospital con una afección que no supieron diagnosticar a tiempo y murió de una estenosis intestinal. 

 
 


EL EXORCISTA 

 
 
 

“El exorcista” tiene una de las historias más inquietantes del cine de terror. Numerosos incidentes extraños se sucedieron durante el rodaje de la película, hasta tal punto que un sacerdote bendecía a los actores y al equipo técnico al comienzo de cada jornada. Ya en el primer día de rodaje, a la misma hora, muere el abuelo de Linda Blair (la niña que hacía de Reagan), el hermano de Max Von Sydow (el anciano que encarnaba al Padre Merrin) y el hijo del regidor de la película con tan solo un día de vida. 

Más tarde se van a Irak a rodar las escenas del principio de la película. Allí se incendia tres veces el estudio de la Warner por motivos desconocidos y mueren misteriosamente cuatro trabajadores contratados para la filmación. Obligan a un cura a bendecir el lugar. Jack McGugan, el que hacía de director de cine y que se tuvo que ir de la fiesta porque se emborrachó, murió de un ataque al corazón en pleno rodaje. Tuvieron que cambiar el guión por completo haciendo que el actor muriese también en la película cayéndose del cuarto de la poseída. A Jason Miller (el Padre Karras), lo que le ocurre es que muere su hijo atropellado por un camión, también en pleno rodaje de “El Exorcista”. 

El 2 de Abril de 1975 deciden llevar la película al Teatro de la Comedia de Londres. La actriz que hizo de niña poseída (Mary Ure) murió poco después de realizar la primera función. No le dio tiempo a hacer la segunda. Se la encontró Peter Coe, director de la obra, cuando fue a felicitarla al camerino por lo bien que lo había hecho: se la encontró cruzada de brazos, llena de vómitos, y en la cama tumbada. 

 

Pero esto no acaba aquí, porque la cuarta película la iba a hacer otro director que murió también en pleno rodaje de “El Comienzo”. Con el nuevo director empieza el rodaje y a los pocos meses, a éste, lo atropella un camión, pero, afortunadamente, no muere. 
La última muerte la “protagoniza” el compositor que iba a hacer la banda sonora de esta última película. 
Aparte de muertes también ha habido fenómenos que podemos catalogar como fenómenos poltergeist, ya que en numerosas ocasiones se han fundido las cámaras, han estallado los focos o se ha quemado el escenario. 
A todo esto se le pueden llamar “casualidades”, pero también es verdad que los actores que trabajaban en la película “murieron” profesionalmente, ya que ninguno volvió a trabajar en películas de una categoría media, además, la protagonista, Linda Blair, cayó en el mundo de las drogas, llevó a cabo numerosos intentos de suicidios y toda su vida profesional la dedicó a películas de serie “B” de bajo presupuesto. 

LA SEMILLA DEL DIABLO 
Rosemary’s Baby 

 

“La semilla del diablo”, estrenada en 1968, causó una gran conmoción en la sociedad de la época al representar la historia de una mujer embarazada del hijo del diablo. El director, Roman Polanski, sin saberlo, estaba llevando la tragedia desde el guión a su vida peronal. La película enfureció a las sectas satánicas, ya que revelaba secretos de sus rituales y el director fue personalmente amenazado. Un año después del estreno, Polanski regresó de un viaje y se encontró a a su mujer, Sharon Tate, que estaba embarazada de ocho meses, y a un grupo de cuatro amigos muertos en su casa. El psicópara Charles Manson y seguidores de su secta se habían colado en casa de los Polanski y habían hecho pagar al director con sangre. 

LA PROFECIA 

 
También “La Profecía” trataba el tema del hijo del anticristo. Durante su rodaje se sucedieron una acumulación de coincidencias escalofriantes. El padre del supuesto hijo del diablo, interpretado por Gregory Peck, viajó en un avión que recibió el impacto de un rayo mientras se dirigía a comenzar el rodaje. Un guionista de la cinta hizo el mismo trayecto unos días más tarde y también fue alcanzado por otro rayo. Parece que “algo” no quería que la película se rodara. 

Además, otro avión que iban a utilizar para una escena de la película, se estrelló el día de antes contra un coche en el que, casualmente, viajaban la mujer e hijos del piloto. El IRA atentó en una estación de metro situada al lado del hotel que frecuentaba el equipo de la película. Y como colofón, un técnico de efectos especiales tuvo un accidente de coche con su novia y esta murió decapitada. En el punto mismo donde tuvieron el accidente el técnico vio un cartel que rezada: “Ommen 66,6 “. El nombre de “La Profecía” en inglés es “The Omen”. El propio director, Richard Donner, aseguro que toda la grabación de la película estuvo repleta de hechos inexplicables. 


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