La química del amor: oliendo feromonas para encontrar pareja

Escrito por el 31 marzo, 2014

Una noche, en un bar en el este de Londres, hombres y mujeres se congregan en torno a una mesa redonda cargada de bolsas plásticas rellenas de camisetas.

Cada quien toma las camisetas, las llevan hasta las narices y empiezan a olfatear.

Bienvenidos a un evento organizado por Pheromone Parties (Fiestas de Feromonas), una agencia especializada en conectar parejas.

Dentro de un mercado de “buscacorazones” valorado en más de US$3.200 millones al año, esta es una de las empresas que están utilizando la química para encontrar la pareja ideal.

Usan feromonas -sustancias que todos secretamos y que algunos piensan que juegan un papel muy importante en la atracción- y animan a los participantes a olfatear el camino hacia el amor verdadero.

El sistema funciona pidiendo a las potenciales citas a dormir con la misma camiseta puesta durante tres días y, cuando lleguen a la reunión, las coloquen dentro de bolsas plásticas numeradas.

Si a alguien le gusta el olor de una camiseta, se les puede tomar una foto sosteniendo la bolsa numerada.

Las imágenes se proyectan contra una pared y el dueño de la camiseta, si gusta, puede buscar a la persona que sostiene su número.

Rompiendo el hielo

Una de las que participa es Claire Selby quien afirma que, para ella, el olfato es una parte importante del atractivo.

“Una vez uno empieza a salir con alguien o tener una relación seria ese aspecto tiene que estar entre los tres principales”, declaró.

“No se puede sostener una relación con alguien que huele mal, ¡no se puede!”

Claire Selby, que participa en las Fiestas de Feromonas

“No se puede sostener una relación con alguien que huele mal, ¡no se puede!”

Otro participante, Bruno Mayor, dice que la velada es una buena manera de romper el hielo ya que todos están involucrados en lo que denomina una “extraña” actividad.

Él cree que para que la búsqueda de una pareja funcione, uno tiene que verse en persona y ahí es donde los sistemas convencionales en internet se quedan cortos.

“Lo peor de todo es cuando uno empieza a ver gente como si se tratara de un catálogo y uno empieza ‘sí, sí, no, no’”, asegura.

“Si uno los conociera en persona sería diferente porque habría conversación y de pronto uno dice “¡Ah!, me gusta este otro detalle de esta persona’”.

Todo está en la química

Laboratorio

Algunas firmas de “buscacorazones” incorporan el factor biológico en los perfiles de sus afiliados.

Una de las desventajas de buscar pareja online son las altas expectativas que se crean, dice la experta en relaciones Christie Hartman.

“Por lo general se necesita conocer a una persona un poco más para crear ese vínculo químico”, explica la doctora Hartman.

La realidad de las relaciones por internet es que las personas solo se conocen físicamente por primera vez el día de la cita, y en ese encuentro puede no haber esa chispa vital, opina la experta.

“Uno está sentado al lado de una persona de la cual no sabe nada y tratar de generar un vínculo químico con alguien así de rápido no es muy realista”.

Esa falta de química es un asunto que el estudiante de genética de Oxford, Laurynas Pliuskys, intenta abordar en el laboratorio.

Él es el fundador de un sitio de citas online llamado LoveGene y utiliza sus conocimientos para incorporar información biológica en el proceso de establecer relaciones.

Pliuskys cree que los factores biológicos juegan un papel importante en atracción, compatibilidad y las relaciones.

“Pienso que, cuando hablamos de química nos referimos a varias cosas”, indica.

“Es la conversación que se tiene, los tipos de personalidad que coinciden y también es bilogía”.

Índice de compatibilidad

LoveGene usa pruebas genéticas para determinar indirectamente las feromonas de un individuo.

Como resultado, las personas tratan de coordinar citas con alguien con quien probablemente tendrían buena química.

“Con el auge de apps como Tinder y Grindr, existe toda una cultura de gente saliendo en una cita apresurada sin descubrir quién es esa persona”

Laurynas Pliuskys, estudiante de genética, Universidad de Oxford

Cuando los usuarios se afilian, envían una muestra de su saliva que la compañía analiza, examinando los genes relacionados a las feromonas.

Esta información se usa para determinar la compatibilidad de las personas, cuando seleccionan los perfiles en el sitio, y reciben un índice de compatibilidad.

“Con el auge de apps como Tinder y Grindr, existe toda una cultura de gente saliendo en una cita apresurada sin descubrir quién es esa persona”, expresa Pliuskys.

“Pronto se dan cuenta de que, aun en los primeros segundos del encuentro, que no es la persona que estaban buscando porque la química simplemente no existía”.

“Con este servicio estamos tratando de devolver la química al proceso de buscar pareja”.

“No todo es color de rosa”

Kit de LoveGene

LoveGene tiene un paquete especial para recolectar la información biológica.

Sin embargo, a pesar de qué tan fiables sean las feromonas para determinar la atracción y la compatibilidad, algunos expertos en relaciones advierten de los peligros de usar la química en el juego del amor.

La terapista Sara Nasserzadeh cree que depender de factores biológicos en el proceso de encontrar pareja altera el cortejo significativamente.

Estos rituales son importantes para demostrar a la potencial pareja nuestras habilidades y para abrir el camino a que nos conozcan y confíen en nosotros, manifiesta.

“Pero si se reúnen y dicen, ‘bueno nuestra química es compatible’, se saltan esa primera etapa”, asegura la doctora Nasserzadeh.

Es más, ella se preocupa que depender demasiado de la ciencia podría hacer que las personas evadan la responsabilidad de sus decisiones, incluyendo quién escogen para tener una relación.

“La realidad de la vida no es que alguien te encuentra una pareja y que todo va a salir color de rosa”.

http://www.bbc.co.uk/


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