Cómo Convencer A Un Hombre De Lo Que Quieras (Gracias A La Ciencia)

Escrito por el 5 febrero, 2014

Tanto hombres como mujeres tenemos personalidades muy complejas y podemos ser muy poco predecibles el uno para el otro; pero si quieres convencer a un hombre de hacer prácticamente cualquier cosa, empieza por dominar los “atajos“ que ha programado la evolución en ellos y que han sido comprobados una y otra vez por la ciencia.

Considerándolas en orden de efectividad, las estrategias que debes poner en práctica son…

#8. Enviar señales de auxilio

No es necesario que seas tan obvia como Olivia, la novia de Popeye, gritando “¡Auxilio!“ a todo pulmón; Según Joe Navarro, experto del FBI y autor de “El cuerpo habla“, puedes atraer a un hombre resaltando tu feminidad con 3 gestos muy concretos: descender el mentón hacia el cuello, mantener los pies ligeramente juntos mientras estás de pie, y separar los codos del cuerpo lo menos posible. “Básicamente, es hacer exactamente lo opuesto a una postura de poder“ (mentón en alto, pies separados y codos proyectados hacia afuera)

Esta postura de “indefensa“, es suficiente para despertar el sentido masculino de protección; el cual durante años se ha disparado automáticamente con estas señales no verbales. No es necesario que ruegues ni que bajes la voz; sólo asume la postura correcta.

Tip adicional: Pestañear un poco más de lo que acostumbras también es parte de estos códigos silenciosos de auxilio.

#7. Aprovecha las horas del día

Tanto hombres como mujeres tenemos una mejor disposición a ayudar a otros entre las 6 y las 10 de la mañana, principalmente por el descenso en melatonina, la hormona que regula nuestros ciclos de sueño y cuyo efecto se reduce en este período. Es por ello que aún después de una noche de poco descanso, a estas horas estamos prácticamente igual de despiertos que si hubiésemos dormido 7 u 8 horas completas.

En el caso de los hombres, sus niveles de testosterona alcanzan un máximo diario a las 8:00 am aproximadamente, por lo que si quieres que entre en acción para que te ayude en esa mudanza que tienes pendiente, habla con él antes de las nueve de la mañana (no importa si no puede a esa hora, lo que necesitas es que se comprometa a hacerlo)

#6. Estimula su órgano más importante

¡No me refería a ese órgano! aprovéchate de su sentido del olfato, conectado directamente a su amígdala, para activar su sistema: en la Universidad Nacional de Seúl confirmaron que el olor a café produce una reacción dual en el cerebro: desestresante y estimulante a la vez.

Si estás en la oficina y necesitas ayuda con esa tabla de Excel que te trae de cabeza, asegúrate de impregnar tu oficina con olor a café recién colado. ¡Vendrán a ayudarte en bandadas!

#5. Deja que te acorrale

Un estudio de la Huntington University demostró que es posible emplear la proxémica, dejando que él te “acorrale“ contra una pared, para estimular aún más su sentido del deberEdward T. Hall, el padre de esta ciencia, explica que relacionamos al poder con la libertad de movimiento, y a estar en una posición comprometida o indefensa al limitarse la misma.

Es una estrategia muy sutil, pero si tienes que convencer a un hombre de que pinte tu casa, pídeselo colocándote cerca de una pared. Aumentarás en un 21% las probabilidades de que acepte, puesto que al verte “acorralada“ se activa su deber de proveer seguridad, programado desde hace años cuando salía de la cueva luego de despedirse de ti para ir a cazar.

Pero si todo eso falla…

#4. Recurre a su lado competitivo

¿Puede existir algo más fuerte para los hombres que su necesidad de competir? Sus niveles de testosterona se encargan de eso. Así, cuando vayas a pedirle algo, usa este recurso:

“¿Sabes? iba a pedirle a Iván que me ayudara con esto… pero no sé si tú estés ocupado, ¿Puedes ayudarme tú?“

En este caso, Iván es un macho alfa que es competencia directa de tu “víctima“. ¿Se dejará ganar por él? le arrancarían un brazo antes de que eso ocurriese.

#3. ¿No que tiene todas las respuestas?

El complemento perfecto para la estrategia anterior es poner en entredicho sus habilidades. ¿Por qué crees que a los hombres les cuesta tanto preguntar una dirección? ¡Porque primero muertos antes de aceptar que están perdidos! Precisamente esa labor de cazar hace miles de años requería una orientación digna de un GPS moderno; de la misma manera, no serían capaces de decirte directamente “No sé cómo hacer eso“, cuando les pidas que revisen una instalación eléctrica que parezca Chernobyl.

Así que pregúntale: “Iba a pedirle a Iván que me ayudara con esto… pero no sé si tú sepas hacerlo.

Aprovecha de ver qué cara pone (y cómo reacciona ante tu petición).

#2. Ofrécele un incentivo

No es necesario que tu escote sea más pronunciado que de costumbre o que cruces la pierna sugestivamente; simplemente con sonreír y tocarte el cabello (consideradas desde hace miles de años señales ambiguas de interés), produces esa clásica duda en él de “¿Estará coqueteándome?“. Por supuesto que ninguna de ellas es concluyente (y el 90% del tiempo lo haces sin esa intención), pero para los hombres, una duda es un gran incentivo.

#1. Acércate y Tócalo

Quizá el poder mutante de Kayla Silverfox, personaje del universo X-Men capaz de convencer a cualquiera con sólo tocarlo, va más allá de la ficción: Numerosos estudios que hemos referido una y otra vez, comprueban que tocar a alguien en el brazo usando sólo la punta de los dedos tiene un efecto empático superior a sonreírle abiertamente. Cuando vayas a pedirle algo, no dejes de invadir su espacio personal y realizar este sutil toque de menos de un segundo.

Pon estos consejos en práctica, y luego ¡Cuéntanos cómo te fue!


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