La verdadera historia de horror y espanto detrás de la película “El Conjuro”

Escrito por el 7 octubre, 2013

Esta película, fenómeno de taquilla en todo el mundo (fenomenal en México), está basada en hechos reales que le ocurrieron a una familia norteamericana que fue acosada por varios espíritus malignos. Este post no es para incrédulos, en realidad es una historía increíble. La película “El Conjuro” (The Conjuring), del director James Wan, recaudó casi 42 millones de dólares en taquilla en apenas dos días desde su estreno en los Estados Unidos. La cinta muestra a los personajes Lorraine y Ed Warren, una pareja de investigadores de sucesos paranormales que acuden al llamado de la familia Perron, quienes aseguran que su casa ubicada en Rhode island está poblada por entidades demoníacas. Lo que a muchos ha impactado es saber que la cinta está basada en hechos reales, pues los Warren sí existieron en realidad y se hicieron famosos en el país del Norte por dedicar sus vidas a conjurar y cazar fantasmas y espíritus malignos en distintas casas estadounidenses, tal como ocurrió con el caso de la familia Perron, que se contactó con los Warren para que investigaran aterradores sucesos paranormales que sucedían en su hogar, dando pie a lo que se desarrolla durante la película.

Esta pareja estaba conformada por el demonólogo Ed Warren, que murió en  el2006, y su mujer, la parapsicóloga y “vidente” Lorraine Warren, que hoy tiene 86 años y asesoró con consejos y confidencias a los realizadores del film. En 1971 Roger y Carolyn Perron se mudaron a una granja colonial en Harrisville, Rhode Island, con sus cinco hijas, e inmediatamente empezaron a experimentar diversas experiencias sobrenaturales. Según la familia, el primer fenómeno que ocurrió fue la escalofriante presencia de un espíritu que tenía la costumbre de tocar a la puerta de la casa por la noche, despertando a toda la familia. 

Los espíritus, a partir de entonces, comenzaron a manifestarse de distintas formas. El espíritu más temido y violento era una entidad maligna que se identificó en una sesión de espiritismo como Betsabé (Bathsheba en la película), quien quería tomar control sobre Carolyn, la madre de la familia Perron. Andrea, la hija mayor del matrimonio, aseguró que Betsabé, a quién llamó “un alma olvidada de Dios”, posiblemente todavía se creía la dueña de la casa, y por eso estaba empeñada en sacar a su madre de la vivienda y también por eso quería para sí a Roger y a las cinco hijas. “Betsabé atormentaba a mi madre con su mayor temor: el fuego. El espíritu se acercaba a ella en la noche. Mi madre la describe como un ser que tenía una cara espantosa y deforme, con la cabeza inclinada a un lado y con el cuello roto. No tenía ojos ni boca y parecía como las telarañas que cuelgan en las esquinas de la bodega”. Según cuenta la leyenda local, Betsabé fue una mujer sospechosa de ser una bruja y fue acusada de hecho de sacrificar a un niño como una ofrenda al diablo. Más de dos docenas de muertes misteriosas ocurrieron en la propiedad mientras ella vivió allí. Según los mismos relatos, Betsabé vivió una vida miserable y murió de anciana en 1885, pero con su deceso no habrían cesado las muertes. Posteriormente, dentro de la misma propiedad, habrían ocurrido dos suicidios documentados (uno de ellos un ahorcamiento en una de las vigas del granero), un envenenamiento, una violación y asesinato de una niña de 11 años, dos ahogamientos y la muerte de cuatro hombres por congelación. La familia Perron vivió durante una década en la temida casa y sólo salieron cuando la propiedad fue exorcizada. Andrea Perron escribió posteriormente el libro “House of Darkness, House of Light”, en el cual narra la terrible experiencia por la que pasó su familia. A partir de este volumen se hizo el guión adaptado para la película “El Conjuro”, que fue realizado por la misma Andrea, quien afirmó que “nadie en mi familia se sorprendió demasiado o se asustó al ver el film, ya que lo que ocurrió en mi casa fue mucho más terrorífico que lo que se mostró en la pantalla”. Fantasmas por doquier Andrea Perron relata que “cuando mis padres compraron la casa en el invierno de 1970 sólo querían un lugar en el país para criar a sus hijos. Y empezamos a ver espíritus tan pronto como nos mudamos. La mayoría de ellos eran benignos y algunos de ellos ni siquiera parecían darse cuenta de que estábamos allí, pero ocho generaciones de personas vivieron y murieron en esa casa antes de nuestra llegada y algunos de ellos nunca se fueron”. La joven agrega que al principio muchos de estas presencias sobrenaturales parecían ser inofensivas, como una al que mi hermana llamaba ‘Manny’. Él era un alma compasiva y creemos que en realidad se trataba del espíritu de Johnny Arnold, quien se suicidó en el alero de la casa en el 1800. Se aparecía en la casa a cuidar de nosotros, siempre en el mismo lugar, en el pasillo ubicado entre el comedor y la cocina. La aparición solía siempre apoyarse contra la puerta y ponía una sonrisa torcida como si se divirtiera con los niños. Pero tan pronto hacíamos contacto visual con él desaparecía”. Andrea Perron añade finalmente que todos los que vivieron posteriormente en la casa embrujada de Rhode Island experimentaron, en menor o mayor grado, la presencia de entidades sobrenaturales. “Algunos han salido gritando y corriendo por sus vidas. El hombre que se mudo allí para iniciar la restauración de la casa cuando la vendimos salió gritando, sin su auto, sin sus herramientas y sin su ropa. Nunca regresó a la casa y, por el mismo motivo, las personas que compraban la propiedad siempre se mudaban muy brevemente. La casa estuvo vacante durante muchos años”. Contrariamente a lo que sucede en la película “El Conjuro”, Ed y Lorraine Warren no consiguieron librar jamás a la casa de los espíritus que moraban dentro de ella. Según explica Andrea Perron, el lugar “estaba demasiado cargado de tragedias y muertes”.
Historia real de la muñeca Anabelle, de la película El conjuro

La película El conjuro está creando terror entre todos los que asisten a verla, y una de las incógnitas más grandes de esta historia real es cuál era la verdadera apariencia y la verdadera historia de la tétrica muñeca Anabelle. 

A continuación te contamos la historia real de esta diabólica muñeca que existe, y se encuentra en un museo. 

El juguete pertenecía a una tradicional línea de productos infantiles conocidos como Raggedy Ann, famosos entre las niñas de esa época. 

El personaje había sido creado por Johnny Gruelle en 1920 y se destacó en una exitosa saga literaria. A partir de 1935 sobresalió como uno de los productos infantiles más vendidos en los Estados Unidos e incluso llegó a tener sus propios cortos animados a cargo de los legendarios Estudios Fleischer, responsables de los primeros dibujos de Superman y Popeye. 

Para 1970 esta clase de muñecas no habían perdido su vigencia y seguían generando atracción en niñas y coleccionistas de juguetes. 

Donna era una estudiante de enfermería que vivía en una casa junto a Angie, una amiga que cursaba la misma carrera universitaria; cuando cumplió 20 años, su madre le regaló una muñeca que tenía el tamaño real del cuerpo de un niño de dos años; sin embargo, el regalo que había recibido Donna resultó ser muy diferente. 

Donna solía decorar su cama con la muñeca y empezó a notar que cuando volvía de la universidad el juguete no se encontraba en la posición en la que lo había dejado. La situación se volvió preocupante cuando las jóvenes entraron un día a la casa y se encontraron con la pequeña Ann arrodillada frente a la puerta de entrada. Ahora la muñeca se trasladaba sola por los cuartos. 

Lou era el novio de Donna y desde que vio el juguete por primera vez sintió un rechazo enorme hacia el regalo que le habían hecho a la joven. Había algo siniestro en esa muñeca de apariencia inocente que no podía explicar. 

El tema pasó a ser más serio cuando las chicas empezaron a encontrar mensajes en la casa escritos con la letra de un niño en papeles de pergamino. Los mensajes era siempre los mismos: “Ayuda“ y “Ayuda a Lou”. 

La primera reacción fue el temor al que alguien estuviera entrando en la propiedad para hacer ese tipo de bromas pesadas, Donna y Angie decidieron tomar precauciones por miedo a que se tratara del algún delincuente y fue por aquellos días cuando la situación empeoró; una noche, al entrar en su cuarto, Donna encontró a la muñeca sobre su cama con las manos manchadas por un líquido que parecía ser sangre. 

La situación había asustado a la jóvenes y decidieron acudir a una medium que se encargó de revisar la muñeca, así fue que se enteraron que en el juguete habitaba el espíritu de una niña de siete años llamada Annabelle Higgins, quien había sido asesinada en la zona donde se encontraba la casa y que muchos años atrás había sido un campo donde ella solía jugar. 

div>El espíritu de Annabelle le dijo a la medium que ella se se sentía cómoda frente a la presencia de Donna y Angie y les pedía que la aceptaran para que pudiera ser amada y cuidada por ellas. Conmovidas por la historia las estudiantes de enfermería entonces aceptaron al espíritu en sus vidas y comenzaron a llamarla Annabelle. 

Para Lou la decisión de su novia parecía una completa locura y le aconsejó reiteradas veces que se deshiciera de la muñeca, al poco tiempo que se reveló la historia de Annabelle, el muchacho comenzó a tener pesadillas recurrentes con el juguete. 

Lou había decidido terminar de una vez por todas con la muñeca pero Annabelle actuó primero. Un día, mientras los jóvenes se encontraban preparando los detalles de un viaje que iban a realizar, se escucharon ruidos en la casa como si algún intruso hubiera irrumpido en el lugar por la fuerza, los ruidos provenían del cuarto de Donna, Lou entró en la habitación y descubrió que todo estaba en orden salvo por un detalle. 

Annabelle no estaba en la cama, sino que se encontraba sentada en una esquina de la habitación. En el momento en que el muchacho se acercó a la muñeca sintió una extraña presencia sobre sus espaldas como si alguien se encontrara detrás suyo. 

terror cine

El Padre Egan era un respetado sacerdote de la comunidad de Connecticut y cuando escuchó la historia que le contaron las estudiantes de enfermería enseguida supo que se trataba de una situación paranormal. 

Como no quería sacar falsas conclusiones discutió los hechos con el Padre Cooke, quien tenía una posición elevada dentro de la iglesia y conocía a dos expertos en demonología que iban a saber como tratar el caso y descubrir si realmente se trataba de la presencia de un espíritu en la casa de las chicas. 

Ed y Lorraine Warren eran un matrimonio que contaban con gran experiencia en el tema y habían fundado en 1952 La Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra además de abrir el famoso Museo del Ocultismo en Connecticut que sería el destino final de Annabelle. 

Los investigadores trabajaron durante varias semanas en el caso hasta que llegaron a la siguiente conclusión: Annabelle Higgins no estaba dentro de la muñeca, y las estudiantes de enfermería habían cometido serios errores que les podían haber costado la vida. Ed Warren determinó que la muñeca no estaba poseída sino embrujada, que es algo muy distinto. 

La muñeca era un objeto que el espíritu usaba para atraer la atención de las jóvenes. Su verdadero objetivo era poseer a Donna. 

Finalmente los Warren junto con el sacerdote Cooke decidieron hacer un exorcismo en la casa para limpiar el lugar de la energía maligna y negativa que había en todas las habitaciones. 

En la foto puedes observa a la pequeña Annabelle junto a su madre y sus tías. 

Historia real de la muñeca Anabelle, de la película El conjuro

La película El conjuro está creando terror entre todos los que asisten a verla, y una de las incógnitas más grandes de esta historia real es cuál era la verdadera apariencia y la verdadera historia de la tétrica muñeca Anabelle. 

A continuación te contamos la historia real de esta diabólica muñeca que existe, y se encuentra en un museo. 

El juguete pertenecía a una tradicional línea de productos infantiles conocidos como Raggedy Ann, famosos entre las niñas de esa época. 

El personaje había sido creado por Johnny Gruelle en 1920 y se destacó en una exitosa saga literaria. A partir de 1935 sobresalió como uno de los productos infantiles más vendidos en los Estados Unidos e incluso llegó a tener sus propios cortos animados a cargo de los legendarios Estudios Fleischer, responsables de los primeros dibujos de Superman y Popeye. 

Para 1970 esta clase de muñecas no habían perdido su vigencia y seguían generando atracción en niñas y coleccionistas de juguetes. 

Donna era una estudiante de enfermería que vivía en una casa junto a Angie, una amiga que cursaba la misma carrera universitaria; cuando cumplió 20 años, su madre le regaló una muñeca que tenía el tamaño real del cuerpo de un niño de dos años; sin embargo, el regalo que había recibido Donna resultó ser muy diferente. 

Donna solía decorar su cama con la muñeca y empezó a notar que cuando volvía de la universidad el juguete no se encontraba en la posición en la que lo había dejado. La situación se volvió preocupante cuando las jóvenes entraron un día a la casa y se encontraron con la pequeña Ann arrodillada frente a la puerta de entrada. Ahora la muñeca se trasladaba sola por los cuartos. 

Lou era el novio de Donna y desde que vio el juguete por primera vez sintió un rechazo enorme hacia el regalo que le habían hecho a la joven. Había algo siniestro en esa muñeca de apariencia inocente que no podía explicar. 

El tema pasó a ser más serio cuando las chicas empezaron a encontrar mensajes en la casa escritos con la letra de un niño en papeles de pergamino. Los mensajes era siempre los mismos: “Ayuda“ y “Ayuda a Lou”. 

La primera reacción fue el temor al que alguien estuviera entrando en la propiedad para hacer ese tipo de bromas pesadas, Donna y Angie decidieron tomar precauciones por miedo a que se tratara del algún delincuente y fue por aquellos días cuando la situación empeoró; una noche, al entrar en su cuarto, Donna encontró a la muñeca sobre su cama con las manos manchadas por un líquido que parecía ser sangre. 

La situación había asustado a la jóvenes y decidieron acudir a una medium que se encargó de revisar la muñeca, así fue que se enteraron que en el juguete habitaba el espíritu de una niña de siete años llamada Annabelle Higgins, quien había sido asesinada en la zona donde se encontraba la casa y que muchos años atrás había sido un campo donde ella solía jugar. 

div>El espíritu de Annabelle le dijo a la medium que ella se se sentía cómoda frente a la presencia de Donna y Angie y les pedía que la aceptaran para que pudiera ser amada y cuidada por ellas. Conmovidas por la historia las estudiantes de enfermería entonces aceptaron al espíritu en sus vidas y comenzaron a llamarla Annabelle. 

Para Lou la decisión de su novia parecía una completa locura y le aconsejó reiteradas veces que se deshiciera de la muñeca, al poco tiempo que se reveló la historia de Annabelle, el muchacho comenzó a tener pesadillas recurrentes con el juguete. 

Lou había decidido terminar de una vez por todas con la muñeca pero Annabelle actuó primero. Un día, mientras los jóvenes se encontraban preparando los detalles de un viaje que iban a realizar, se escucharon ruidos en la casa como si algún intruso hubiera irrumpido en el lugar por la fuerza, los ruidos provenían del cuarto de Donna, Lou entró en la habitación y descubrió que todo estaba en orden salvo por un detalle. 

Annabelle no estaba en la cama, sino que se encontraba sentada en una esquina de la habitación. En el momento en que el muchacho se acercó a la muñeca sintió una extraña presencia sobre sus espaldas como si alguien se encontrara detrás suyo. 

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esta es la muñeca real!!
El Padre Egan era un respetado sacerdote de la comunidad de Connecticut y cuando escuchó la historia que le contaron las estudiantes de enfermería enseguida supo que se trataba de una situación paranormal. 

Como no quería sacar falsas conclusiones discutió los hechos con el Padre Cooke, quien tenía una posición elevada dentro de la iglesia y conocía a dos expertos en demonología que iban a saber como tratar el caso y descubrir si realmente se trataba de la presencia de un espíritu en la casa de las chicas. 

Ed y Lorraine Warren eran un matrimonio que contaban con gran experiencia en el tema y habían fundado en 1952 La Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra además de abrir el famoso Museo del Ocultismo en Connecticut que sería el destino final de Annabelle. 

Los investigadores trabajaron durante varias semanas en el caso hasta que llegaron a la siguiente conclusión: Annabelle Higgins no estaba dentro de la muñeca, y las estudiantes de enfermería habían cometido serios errores que les podían haber costado la vida. Ed Warren determinó que la muñeca no estaba poseída sino embrujada, que es algo muy distinto. 

La muñeca era un objeto que el espíritu usaba para atraer la atención de las jóvenes. Su verdadero objetivo era poseer a Donna. 

Finalmente los Warren junto con el sacerdote Cooke decidieron hacer un exorcismo en la casa para limpiar el lugar de la energía maligna y negativa que había en todas las habitaciones. 

En la foto puedes observa a la pequeña Annabelle junto a su madre y sus tías. 

el conju

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