SEXY

Escrito por el 7 enero, 2012

A los tibios hasta Dios los vomita. El amor entiende el sentido de la
urgencia y se entrega con libertad a provocar, seducir, doler,
proteger, atender y defender el goce. No hay víctima ni victimario, cada
uno es dueño de lo que comparte y toma, sobre todo de las
consecuencias. La exposición colectiva SEXY en el museo Ex Teresa Arte
Actual ofrece diversas visiones, transgresiones y posibilidades del
amor, la sensualidad y el erotismo sin límites para incitar y satisfacer
pero sin llegar a la pornografía.

A los tibios hasta Dios los vomita. El amor entiende el sentido de la
urgencia y se entrega con libertad a provocar, seducir, doler,
proteger, atender y defender el goce. No hay víctima ni victimario, cada
uno es dueño de lo que comparte y toma, sobre todo de las
consecuencias. La exposición colectiva SEXY en el museo Ex Teresa Arte
Actual ofrece diversas visiones, transgresiones y posibilidades del
amor, la sensualidad y el erotismo sin límites para incitar y satisfacer
pero sin llegar a la pornografía.

La culpa, el pudor, el recato, la reserva, la vergüenza, la moral, el
pecado y las represiones sobre la forma correcta de amarse –en lo
público y en lo privado– que conciben y promueven algunos grupos en la
sociedad no limitaron la creatividad de 24 artistas mexicanos y
extranjeros, quienes bajo diversas técnicas como la pintura, escultura,
video-instalación, arte-objeto, street art, gráfica, fotografía y arte
correo exploraron –de manera lúdica– en los sujetos que disfrutan del
placer, y también en los objetos que lo producen.

En la muestra SEXY, el concepto de un mundo hecho a la imagen del
hombre, donde la mujer es el reflejo de la voluntad y el querer
masculino, no tienen cabida; la mujer no es un ser estático esculpido de
acuerdo al deseo y la imaginación de una sociedad machista, ella
también atrae y provoca, no es la novia que espera ni la mala que va y
viene. Ambos, hombre y mujer, son dueños de su deseo, pasión y capricho,
son amos y controlan lo que comparten, participan y abandonan.

También los artistas se arriesgan y desafían a las buenas conciencias
y a los pensamientos conservadores para exponer más de una forma de
amar, pues siendo la naturaleza tan sabia e infinita, ¿por qué solamente
iba a saber contar hasta uno? Rehusar las posibilidades y la realidades
de los amantes es limitar al amor, afirmarlas es enriquecerlo.

Cuerpos con poca ropa, desnudos, movimientos sensuales y artes
amatorias, piezas cuidadas que no llegan al sexo explícito, a la
obscenidad, a lo grotesco, a la desfachatez o a la carnalidad… El
cuerpo y el amor son respetados y exhibidos con naturalidad,
sensualidad, erotismo y las múltiples manifestaciones de lo sexy.

En la guerra y en el amor todo se vale; además, en el amor no se
anuncia: se actúa, por eso en la exposición son validos los ataques de
zombies a mujeres o amándolas, los embrujos para controlar y enamorar a
la pareja, las mujeres sensuales en lencería que posan ante el amante,
una sexy machine, los cuentos de Cyberia, la búsqueda de la ataraxia y
hasta la reinterpretación de la Coatlicue (o la falda de serpientes,
diosa azteca de la vida y la muerte). Todo esto sólo para alcanzar el
placer sin límites.

Todavía en pleno siglo XXI hay quienes piensan que el amor es una
experiencia casi inaccesible y todo se opone a él: moral, clases, leyes,
razas y los mismos enamorados. La exposición SEXY es una llamada a
redescubrir el amor y la sensualidad.

Como escribió Octavio Paz: defender el amor siempre ha sido una
actividad antisocial y peligrosa, y ahora empieza a ser de verdad
revolucionaria. Y hoy en día, bajo tiempos violentos y díficiles, el
amor necesita una cuota de esperanza, y aquí hay una de ellas.


Opiniones

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