La alteraridad de la observación de Johan Falkman

Escrito por el 12 mayo, 2012

Temporalidad, inmortalidad y eternidad es lo que contienen los retratos expresionistas elaborados por el pintor sueco Johan Falkman, quien lleva al espectador a transitar entre lo real y lo ilusorio: intimidad psicológica y emotiva; imágenes que no ofrecen la instantaneidad de una fotografía.

El Antiguo Colegio de San Ildefonso exhibe por primera vez en México la alteraridad de la observación de Johan Falkman: más de 90 obras realizadas entre el 2003 y el 2012, retratos de personalidades, tanto individuales como de grupo con su poética personal. El arte del retrato como realidad histórica.

La pintura es de gran calidad y el trazo es combinado, firme, a veces muy fino y otros más gruesos, según la intención y la fuerza expresiva con los que quiere dotar a cada personaje dentro de su obra. El  manejo del color sirve tanto para delinear los rostros de los retratados, así como para colocar dentro del anonimato a los otros personajes o elementos de fondo y ambiente.

La paleta cromática incluye colores primarios y secundarios, algunos sirven al pintor sueco para armonizar y equilibrar la composición, otros para acentuar algunas figuras u objetos que responden a un orden temático del retrato.

El rostro es lo más importante. Y si éste no funciona, no importa qué tan buena sea la pintura: simplemente no hay un buen retrato. Al elaborar una pintura, Johan Falkman traza un estudio compositivo de la obra en general (las proporciones deben ser correctas y armónicas), después empieza el rostro, y no lo deja hasta terminarlo completamente, antes de seguir con el cuerpo, el espacio, el ambiente y el fondo.

La mirada plástica de Johan Falkman no es una copia fiel de retratado, es la concepción que él nos ofrece, aderezados con estilos naturalista, simbolista y expresionista de los que tienen influencia, por lo que logra armonía, ritmo y movimiento en su obra y genera su propio camino en el arte.

En cada trazo confecciona una ruta al interior de sus personajes, por eso se aleja de la solemnidad tradicional, establece lazos de empatía, se adentra en el retratado y plasma sus preocupaciones psicológicas y emotivas, por lo que se acerca a lo exacto y –a la vez– impreciso.

En la exposición se presentan retratos de personalidades como la actriz Marianne Mörck, el actor Lars Humble, la condesa Eva Thott, y el cuadro Los cirujanos en Lund, en el que pintó a notables personajes en traje quirúrgico, en quienes se puede apreciar la reinvención del género retratista y las fantasías estéticas de Falkman.

Tardíamente, Johan Falkman encontró y confirmó su cercanía artística con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Pablo O´Higgins, Juan O´Gorman y Federico Cantú, por lo que la muestra integra un apartado con seis obras de los artistas contemporáneos José Chávez Morado, Federico Cantú y Arturo Estrada, donde se perciben las confluencias artísticas.

Johan Falkman, la alteralidad en el espejo es un juego perfecto de realidades y simulacros que se descubren con la mirada, estética que afirma –y niega– al retratado a través de pinceladas. La muestra podrá disfrutarse hasta el 15 de julio en la eterna capital en movimiento.


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