Fernando Botero se presenta en el Palacio de Bellas Artes

Realidades que inundan y seres que se expanden pero que nunca se desbordan, no es sobrepeso ni obesidad, es volumen que expresa sensualidad. Redondos pero suaves, así es la obra del artista colombiano Fernando Botero que se presenta en el Palacio de Bellas Artes.  

En su pintura, dibujo y escultura no hay otra salida que deformar la naturaleza, crear un universo de formas grandes que encuentran un superlativo en los detalles pequeños. También dentro del desborde y la desproporción de los personajes se encuentran elementos para hallar paz y equilibrio en el cada cuadro. 

Su trabajo se basa en la simplicidad, al utilizar menos se expresa más, para crear se debe interpretar lo simple. Arte directo que no requiere explicación alguna. El color es muy importante en su pintura, sin embargo, en su paleta tiene pocos colores, como lo que usaron los grandes artistas. 

Los ojos de sus personajes son un elemento que inquieta a Botero, piensa que los que miran directamente al espectador no le permiten adentrarse en el resto del cuadro, por ello, en su trabajo los ojos juguetean con libertad.

Las piezas son un relato de su infancia y adolescencia, del mundo campirano de Medellín, Colombia, con lo que convivía a diario, como el cura, el alcalde, la maestra, el policía, el torero. Poco a poco sumó a sus piezas elementos de muralismo mexicano, la cultura popular y colonial, el expresionismo y el Renacimiento, incluso durante una estancia en Madrid pasaba horas copiando obras en el Museo del Prado.

Aquí te dejamos las 12 pinturas básicas para conocer el estilo y personalidad de Botero. 

La pica

Cuando asistía a la primaria, Botero ingresó también a una escuela taurina para ser matador, el maestro enseñaba con un toro imaginario, pero el día que soltaron un novillo de verdad se asustó y abandonó el sueño taurino. En la serie de pinturas sobre toros y torero, retoma elementos de las piezas taurinas de Francisco de Goya.

Después de Piero de la Francesca

La pintura La reina de Sheba, de Piero de la Francesca, que admiró en Italia, Botero descubrió su apego por la monumentalidad de la forma y decidió hacer su propia versión

Mona Lisa a los doce años

Cuando Botero vivió en Nueva York esta fue la pieza que catapultó, que hizo que su obra se conociera a lo largo y ancho del mundo.

El Circo

Pintura que realizó a partir de una visita a un circo en Zihuatanejo, Guerrero, que lo inspiró para hacer una serie de los personajes que habitan las carpas ambulantes

La cárcel

Describe las atrocidades y abusos de los soldados estadounidenses en la cárcel Abu Ghraid contra los prisioneros iraquís o “presuntos terroristas”, una denuncia visual de la tortura.

El baño Vaticano

La religión en la obra de Fernando Botero no es utilizado para denunciar o hacer una crítica, pero con sátira y humor, una excusa para explorar en las formas, colores, el mundo plástico y los elementos estético que envuelven la creencia.

Terremoto

Escena que refleja con humor los estragos de un temblor en Colombia, que junto con la zona del Pacífico es una región altamente sísmica. 

Mujer llorando

Es el primer cuadro que pintó Botero a los 16 años y con el cual comenzó la búsqueda de su estilo personal.

Bailarines

El goce y el placer de bailar, música y cuerpo en un tiempo, que refleja la alegría del pueblo colombiano.

El baño

La sensualidad destacada de manera voluminosa y suave sin prejuicios, el cuerpo pleno de una mujer segura de sí frente al espejo, provocando al espectador.

Niña perdida en un jardín

Brochazos libres y pinceladas gruesas que exaltan un mundo mágico infantil, los primeros trazos en busca de un estilo personal, antes de los personajes voluptuosos.

Mandolina sobre una silla

Mientras pintaba la mandolina, deliberadamente Botero hizo más pequeño el hueco del instrumento y descubrió el volumen y el estilo que lo caracterizaría y daría fama mundial.

La muestra más completa montada en torno a Botero, incluye 177 obras (pintura, dibujo y escultura), festeja 80 años de vida y 65 años de dedicarse al arte, estará abierta al público hasta el 17 de junio.