Bartolomeo Cristofori, el inventor del piano.

Oriundo de Padua, Italia, el ingenioso inventor creó cerca de 20 pianos, de los cuales sólo se conservan tres, el más antiguo, que data de 1720, está en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York; uno más en el Museo de Instrumentos Musicales de Roma, y el último, de 1726, en el Museo de Instrumentos Musicales Karl Marx de la Universidad de Leipzig.

A pesar de que existe poca información sobre los primeros años de vida de Cristofori, se sabe que perteneció a las órdenes del príncipe Fernando II de Médici desde 1688, cuando tenía 33 años, según información de portales de Internet como “curisidadesdelaciencia.com”.

En estas agrupaciones muy probablemente tuvo su mayor actividad en torno a la música, influenciado por el heredero de Cosme II de Médici, Gran Duque de Toscana, gran amante de lo melodioso.

A finales del siglo XVII su interés lo llevó a construir un instrumento similar al Clavicordio y al Harpiscordio, especies en las que las cuerdas vibraban mediante algún tipo de púa o plectro, pero creaban un mismo volumen y tono, independientemente de qué tan rápida o lentamente se presionaran las teclas.

Su invento incluía un mecanismo revolucionario consistente en una caja de resonancia, en cuyo interior las cuerdas se hacían vibrar con una pieza de madera con la forma de un martillo, cuya punta estaba recubierta de cuero.

Este mecanismo producía un sonido dulce y sostenido, por lo que desde su aparición fue evidente que este nuevo instrumento era capaz de aumentar la capacidad expresiva musical.

Modular el volumen de los sonidos era posible desde un teclado, según las ideas de Cristofori: si se tocaba con movimientos rápidos y bruscos producían sonidos de gran volumen y brillantes; mientras que con los movimientos lentos y apaciguados la sonoridad tenía un menor volumen y tonos más dulces.

Este instrumento, que ahora se conoce como piano, fue llamado por su inventor como “Forte-piano” o “Piano forte”, en referencia a las principales características de éste: la producción de sonidos fuertes (forte) y suaves (piano).

Sus biógrafos reseñan que el invento de Cristofori sació el alta demanda de los ejecutantes de teclados que requerían un instrumento más expresivo y versátil que los viejos clavicordios y clavicémbalos.

Además con los efectos revolucionarios que logró desarrollar, el inventor marcó el inicio de una nueva etapa musical en el siglo XVIII, aunque el piano fue acogido con cierto recelo en Italia en un primer momento.

Con el tiempo la creación llegó a Alemania, donde tuvo una mayor aceptación y ya durante la segunda mitad del siglo XVIII se fabricaron pianos germanos y austriacos más eficientes. Bartolomeo Cristofori murió el 27 de enero de 1731.