Las diez películas que nos traumaron de chiquitos

Para bien y para mal, como sucede con ciertas cintas que nos dejaron marcados de por vida, o al menos durante nuestra infancia, al causarnos un choque emocional que permanece en nuestro inconsciente y que finalmente acaba por fijar algunas de las características que nos definen como individuos, en especial con aquello a lo que le tenemos miedo o repulsión.

¿O acaso crees que tu vida sería igual si nunca hubieras visto algunas de estas 10 películas? Estamos casi dispuestos a apostar que no.

10. Pesadilla en la calle del infierno

En los 80, el monstruo debajo de nuestra cama tomó la forma de Freddy Krueger, que con sus guantes de navajas entraba en los sueños de los chicos de la calle Elm para cobrar venganza y de paso aterrorizar a la mitad de los niños de esa época. Esta fantástica historia logró ponernos los pelos de punta tan sólo al empezar a bostezar. ¡Y luego nuestros padres querían que nos fuéramos a dormir!

A Nightmare on Elm Street (1984). Dir Wes Craven, con Robert Englund, Heather Langenkamp y Amanda Wyss.

9. El libro de piedra

Esta joya del horror gótico mexicano es de las que más escalofríos generó, debido a que sus herramientas del terror tan efectivas e inesperadas —especialmente el final, que en lugar de consolar provoca calambres— que incluso días después de verla sigues temblando, casi al punto de arrancar las cortinas de la recámara, no fuera a salir por ahí el tal Hugo… ¿pero por qué nos tumban esta idea de la inocencia infantil?

El libro de piedra (1968). Dir. Carlos Enrique Taboada, con Joaquín Cordero, Marga López y Lucy Buj.

8. Pinocho

No es de extrañar que varias clásicas de Walt Disney aparecieran en esta lista de “traumáticas”, ya que por lo regular estas fábulas moralizantes contienen escenas que podemos calificar como terribles o, de plano, crueles, máxime si consideramos la tierna edad de los espectadores. Y en el caso de esta historia, ¿cómo olvidar la impactante transformación de los niños fumadores en asnos para ser esclavos?

Pinocchio (1940). Dir. Hamilton Luske y Ben Sharpsteen, con las voces de Dickie Jones y Mel Blanc.

7. El apando

Pues cómo no nos va a traumar una película que sucede en Lecumberri, si el mismo nombre de la antigua prisión nos causa náuseas. Y bueno, más náuseas de tanta escena grotesca, que incluso un adulto nos saca dos que tres mareos de tanta repulsión.

Eso sí, no se debe menospreciar la fuerte crítica al sistema penitenciario; una de las mejores películas del cine mexicano.

El apando (1975). Dir. Felipe Cazals, con Salvador Sánchez, José Carlos Ruiz y Manuel Ojeda.

6. Naranja mecánica

Una obra maestra, pero consideremos que hace treinta y tantos años nadie se había atrevido a mostrar escenas de violencia que no resultaran suavizadas; entonces, cuando, de manera tan explícita y descarnada, Alex y sus drugos ejercen la “ultraviolencia” con todo un cinismo pasmoso y una carencia absoluta de remordimientos, más de uno resultó perjudicado de sus facultades mentales… ¿Quién les manda?

A Clockwork Orange (1971). Dir. Stanley Kubrick, con Malcolm McDowell, Patrick Magee y Michael Bates.

5. Supervivientes de los Andes

Ésta no es una película de terror, pero traumó a muchos, particularmente por una escena apta para los entusiastas del gore, en donde muestran un cadáver completamente desprovisto de carne, pero con la cabeza intacta, un gran shock para cualquier niño. No en balde hubo tanta conmoción al respecto, y definitivamente no fue por la calidad de la cinta; más bien porque se basó en hechos reales.

Supervivientes de los Andes (1976). Dir. René Cardona Jr., con Hugo Stiglitz Lazareno y José Elías Moreno.

4. Bambi

¡Ésta es una de las infaltables! Un día, mientras Bambi y su madre pastan en una pradera, ella detecta la presencia de los cazadores. Consciente de lo que eso significa, y de que su pequeño no podrá escapar, la madre le ordena que corra lo más rápido que pueda sin voltear atrás… y después de una detonación, ¿cómo no conmovernos con la vocecita de Bambi gritando “Maaami, ¿dónde estás?”?

Bambi (1942). Dir. David Hand, con las voces de Hardie Albright, Stan Alexander y Peter Behn.

3. Carrie, extraño presentimiento

Coincidirán con que esta cinta no es particularmente horrenda y que, sólo los últimos minutos nos mantienen al filo del asiento. Pero recordemos que la historia de la adolescente vilipendiada y telequinética fue un auténtico éxito de taquilla hace unos años y una de esas películas que “tenías que haber visto”… sin importar que fueras menor de edad. He ahí las consecuencias.

Carrie (1976). Dir. Brian de Palma, con Sissy Spacek, Piper Laurie y Amy Irving.

2. Tiburón

Vaya que hay razón para culpar a esta cinta de sembrar fobia hacia los tiburones; varias generaciones cultivaron un miedo no sólo a los escualos, también al mar y hasta las albercas. ¿Cómo olvidar los gritos de pánico de Chrissie cuando semejante pececito se la está comiendo? Claro, el suspenso no habría sido igual sin la música, que incluso hoy día nos angustia tan sólo de escuchar “taran… taran…”.

Jaws (1975). Dir. Steven Spielberg, con Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss.

1. El exorcista

Muchos de quienes han leído la novela de William Peter Blatty afirman que ésta es infinitamente más escalofriante que la cinta, pero aunque las nuevas generaciones llegan hasta burlarse de ella, la verdad hay pocas personas a quienes no las haya impactado profundamente, al punto que es un referente obligado de la cultura popular actual.

Escenas como la “caminata de araña” con la espalda totalmente arqueada, o la cabeza de la niña poseída que da un giro de 360˚ y otras tantas en las que las pruebas de cómo una dulce, común y corriente adolescente aloja involuntariamente en su cuerpo a una horrenda entidad demoniaca y, sobre todo, la ausencia de una justificación del asunto puso a la imaginación de todo el mundo a girar: ¿y si lo mismo me pasara a mí…?

The Exorcist (1973). Dir. William Friedkin, con Ellen Burstyn, Max von Sydow y Lee J. Cobb.