4 cosas que debes aprender a cocinar si vives solo en tus 20

Una de las dificultades más comunes de vivir solo es la hora de la comida: aquel momento que teníamos resuelto después de la escuela o el trabajo con una sopa, plato fuerte e incluso postre en casa de nuestros padres, ahora se derrumba frente a la cruel realidad. En la búsqueda de algo que sacie el apetito, pasamos minutos parados ante un refrigerador casi vacío en el que lo único comestible son los alimentos procesados, esperando algún milagro culinario que por supuesto, no llegará. Sabemos del daño de la comida chatarra; sin embargo, el tiempo, la pereza y la ignorancia en la cocina nos dejan sin opciones.

Es momento de cambiar, partiendo de platos principales, algunos comunes y bien conocidos, pero todos simples de preparar, podemos crear todo un abanico de posibilidades de comida tan amplio como la imaginación alcance. Estos platillos están divididos en sus ingredientes base, aquellos requeridos forzosamente para su versión más sencilla y los ingredientes variables, necesarios para explotar la gama de posibilidades y sabores que ofrecen. La clave está en quitarles lo común y explorar con sabores distintos:

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Yakimeshi

   

Ingredientes base:
250 g de arroz precocido
2 zanahorias
2 calabaza
1 cebolla
100 ml de salsa de soya
Una pizca de pimienta

Ingredientes variables:

Proteínas: camarones; pollo, cerdo, o res en tiras pequeñas.
Granos: ajonjolí, amaranto, semillas de girasol, nueces.

A pesar de que el arroz japonés puede parecer un platillo complicado, en Japón lo comen cuando no hay tiempo para preparar algo más elaborado o bien, ante la ausencia de otras opciones. La versatilidad del Yakimeshi está en los distintos ingredientes que puede llevar, tanto verduras como proteínas.

Su versión más sencilla requiere que piques en cuadros cada una de las verduras para saltearlas (freírlas en un sartén con aceite, preferiblemente un wok hasta que tomen una tonalidad dorada por fuera, pero se conserven crujientes por dentro) en orden según el tiempo de cocción de las verduras (zanahoria, cebolla, calabaza). Posteriormente, agregas el arroz blanco previamente cocido a la sartén con las verduras junto con la proteína de tu elección (un consejo para potenciar el sabor es dejar marinando desde unas horas antes las proteínas en soya). Revuelve con cuidado para no batir el arroz hasta que todos los ingredientes se encuentren completamente mezclados y servir en el momento. Añade tus granos favoritos y salsa de soya al gusto.

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Pastas

Ingredientes base: 
300 g de pasta de tu elección (spaghetti, fettuccine, tallarines, penne, fusilli)
1/2 cebolla
3 dientes de ajo
-Salsa de tu elección (pomodoro, alfredo, tres quesos, queso de cabra, hawaiiana) 

Ingredientes variables:

Hierbas finas: tomillo, orégano, albahaca, perejil, laurel.
Frutos: aceitunas, piña, fresas, uvas, mango, manzana.
Verduras: espinacas, brócoli, jitomate, pimiento, ejote, chícharo.
Carnes: pollo, res, camarones en pequeños cuadros.
Otros: champiñones, elote, jamón, salchicha, huevo, queso parmesano.

El delicioso mundo de las pastas está abierto para aquellos que decidan experimentar con todas las combinaciones que ofrece. Las pastas son un plato fuerte conocido por su delicioso sabor y alta cantidad de carbohidratos, un clásico de toda cena que se reinventa gracias a la enorme diversidad de salsas, hierbas finas, verduras y carnes que puedes añadir a la receta. 

En una cacerola con la mitad de agua hirviendo, agrega la cebolla y los dientes de ajo junto con la pasta y espera aproximadamente 15 minutos hasta que la pasta esté al dente (que adquiera una consistencia firme y un tono dorado claro) y reserva. Prepara los demás ingredientes, especialmente si estos requieren ser partidos en porciones más pequeñas o sus tiempos de cocción son mayores a los de la pasta (por ejemplo, picar las frutas y las verduras o los champiñones). Si dispones de un poco más de tiempo, es posible experimentar con la creación de salsas, de lo contrario, están disponibles en latas preparadas que únicamente requieren hervir para acompañar la pasta. Cuela la pasta con un colador y ponla a secar. Prepara una sartén con un poco de mantequilla y agrega los ingredientes elegidos por orden de cocción, reservando los últimos 5 minutos para añadir la pasta para que se caliente y mezcle con los demás elementos. Sirve en un plato y agrega dos cucharones de salsa para mezclar una vez que esté lista. Termina con un poco de queso parmesano y otros condimentos finales antes de comer.

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Sándwiches y toda clase de emparedados

Ingredientes necesarios:

Pan en todas sus variedades ( americano, chapata, baguette, bolillo, croissant; de trigo, avena, salvado, centeno)
Ingrediente principal: Pechuga de pavo, roast beef, pechuga de pollo o pollo empanizado, jamón, atún, tipos de queso, tiras de arrachera, salmón.

Ingredientes variables sugeridos:

Aderezos: mayonesa, mostaza, catsup, mantequilla, chipotle, guacamole, chimichurri.
Verduras: jitomate, cebolla, aguacate, pimiento, germen, espinacas, lechuga, pepinos, pepinillos.

Porque los sándwiches son mucho más que jamón y queso en medio de dos rebanadas de pan, esta lista reivindica la potencialidad de un plato que ha sido históricamente reducido al absurdo y encasillado en un sabor aburrido. El primer paso es olvidarse de la noción del emparedado como bocadillo pasajero para la prisa en que se desarrollan las actividades escolares o laborales, y hacerse a la idea de que puede ser un plato fuerte y servido junto con una ensalada, representa una gran opción de comida completa. Probar con las distintas cocciones (horno, sartén, parrilla, comal, frío) y los aderezos en las tapas abre la puerta a una rica variedad de estilos y formas en las que se puede preparar un emparedado. Por supuesto, el ingrediente principal (el que le da el nombre al sándwich) es el protagonista del platillo y debe abundar junto con las verduras partidas en finas rebanadas para que cada bocado sea de un tamaño adecuado para comer. 

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Ensaladas

  Ingredientes base:

Verduras: lechuga de todo tipo, zanahoria, calabaza, elote, espinaca, cebolla, jitomate, aguacate, aceituna, champiñones.
Aderezos: César, mil islas, ranch, mostaza y miel, vinagreta, mango, jamaica, fresa.

Ingredientes variables sugeridos:

Semillas: girasol, ajonjolí, chía, amaranto, cacahuate, nuez, almendra.
Proteínas: atún, pollo, variedades de quesos, surimi, camarón, pastas.
Frutas: manzana, pera, mango, fresa, arándano. 

El alimento más versátil: es posible comer una todos los días sin repetir algún ingrediente y disfrutar de su frescura, ligereza y los sabores creados a partir de la mezcla de frutas, verduras, aderezos y proteínas que contienen. Lo anterior, aunado a la facilidad de su preparación, las convierte en una de las mejores opciones para acompañar un plato fuerte o bien, una buena ensalada con proteínas será suficiente para saciar las necesidades alimenticias. 

La ensalada es la única comida que no sigue regla alguna de preparación o sabor y sus ingredientes van de lo salado a lo dulce, lo ácido a lo amargo; frutas y verduras, carne magra o mariscos, cualquier combinación que resulte agradable al gusto se puede replicar e incluso inventar en el mundo de las ensaladas.

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Los cuatro platillos anteriores son una base sencilla sobre la cual establecer los primeros conocimientos gastronómicos que pueden perfeccionarse hasta probar con recetas más complicadas. Lo más importante no es la sofisticación o las cualidades culinarias, sino romper con la pasividad y tomar la decisión de aventurarte en el mundo de la cocina, donde los únicos requisitos son la imaginación y  la creatividad en cada plato.