Los mejores 14 destinos para pasar una feliz Navidad

Written by on 21 diciembre, 2014

Desde México hasta Malta, desde la aurora boreal hasta los cielos soleados, estos destinos harán de tu Navidad algo extraordinario

Si tu Navidad a menudo gira en torno a decoraciones ordinarias y amargas contiendas familiares, podría haber llegado la hora de regresar los adornos al ático y planificar una escapada navideña.

El problema es que cualquier vieja ciudad puede extender unas cuantas luces en el centro y decir que es la celebración de un día festivo.

Desde México hasta Malta, desde la aurora boreal hasta los cielos soleados, los lugares aquí enlistados están haciendo que la Navidad sea mejor que el resto del año.

Bath, Inglaterra  

Hay pocas ciudades en el mundo donde puedes celebrar el nacimiento de Jesús y el nacimiento de Jane Austen con la misma cantidad de fanfarria, y justamente Bath es una de ellas.

El Theatre Royal, el cual Austen menciona en sus novelas, La abadía de Northanger y Persuasión, es el hogar de una celebración musical acompañada de pasteles de carne y vino caliente aromático en honor a la decana literaria.

También cuentan con un variado programa de entretenimiento para las fiestas navideñas, con dramas, musicales, óperas y conciertos, entre ellos Cenicienta y Rumpelstiltskin.

La temporada favorita, los 18 días del Mercado de Navidad de Bath, con más de 170 chalets de madera en donde venden artesanías hechas a mano y distintivamente británicas, dentro de un pintoresco entorno georgiano.

Ubicada entre la imponente Abadía de Bath y las termas romanas de Bath, el mercado ofrece una manera festiva para descubrir el carácter de la ciudad, la cual es la única de todo el Reino Unido que ha sido nombrada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La pista de patinaje de hielo de Bath es una gran excusa para abrigarte y amarrarte tus patines, mientras que el Thermao Bath Spa es la razón perfecta para quitarte la ropa y saborear el vapor que emanan de las aguas ricas en minerales en una piscina al aire libre, situada en una azotea y con vistas espectaculares de la ciudad.

Nueva York  

El Rockefeller Center está ubicado en el centro de la Navidad en Nueva York.

Su famosa pista de hielo tiene 78 años de existencia y el árbol decorado es una tradición de 81 años.

Al otro lado de la calle, Radio City ofrece el show anual Christmas Spectacular, protagonizado por las Rockettes.

En la esquina suroeste de Central Park, Columbus Circle alberga a más de 100 vendedores que ofrecen ropa, regalos, aperitivos y bebidas en el Holiday Market.

Central Park tiene dos lagunas donde se puede patinar y ofrece recorridos en carroza tirada por caballos.

Los nombres más importantes de la moda se unen a las festividades, arreglando impresionantes vitrinas navideñas.

Los ejemplos más glamorosos pueden apreciarse en las emblemáticas tiendas de la Quinta Avenida. Tiendas departamentales como Saks y Bergdorf son lo suficientemente impresionantes como para derretir el corazón de Anna Wintour.

Lago Karakul, Sinkiang, China  

Mientras que una visita al lago Karakul podría no ser una de las formas más tradicionales para pasar las vacaciones navideñas, sin duda está entre una de las opciones más imponentes —de manera literal y figurativa.

El lago Karakul está situado a una altitud de 3,600 metros sobre el nivel del mar y a unos 200 kilómetros de la ciudad china de Kasgar. También es conocido como “lago negro”, y su agua posee una espectacular gama de colores desde un verde oscuro hasta un azul celeste incandescente, la cual se ve aún más fascinante a través de su famosa superficie cristalina.

Sobre todo en invierno, el lago Karakul ofrece un reflejo cristalino transparente de los picos de las montañas nevadas que lo rodean, los que incluyen la cordillera montañosa Kunlun y su pico más alto, Kongur Shan, los cuales también forman el borde septentrional y el borde occidental de la meseta tibetana.

Un país de la maravillas de puro invierno al que se llega a través de la carretera de Karakórum que une a China con Pakistán.

Para vivir una experiencia completamente nómada, puedes encontrar alojamiento en casas tradicionales del poblado conocidas como yurtas.

Los kirguís locales venden artículos hechos a mano y cocinan platillos económicos, pero abundantes, de carnero como el Kuurdak para los viajeros de paso.

También puedes encontrar alojamiento más tradicional estilo hotelero, como el Crown Inn, en el pueblo cercano de Tashkurgán.

No esperes escuchar mucho idioma chino (ya que los lugareños hablan kirguís), además de que podrás ver personas con ojos y cabello de color claro.

Malta  

Visitar “presepju” —escenas navideñas de Belén— es una parte integral de la Navidad en Malta.

Cada año, los residentes abren con orgullo sus persianas, e incluso a veces las puertas de sus garajes para mostrar al público los pesebres que confeccionaron.

En una escala mayor, el “Bethelehem f’Ghajnsielem” es una experiencia de la natividad de tamaño natural situada alrededor de un área de 20,000 metros cuadrados de campos antiguamente abandonados.

Habitado y animado por más de 150 actores integrados por familias completas, el pueblo hace que los visitantes regresen en el tiempo, a la Judea de hace 2,000 años, con lámparas de aceite, molinos giratorios, animales de pastoreo, áreas de artesanías que enseñan las habilidades y el folclore tradicional, una taberna y, por supuesto, una gruta que alberga a Jesús, cuando era bebé.

El centro de la ciudad de La Valeta es también el hogar de un alegre espíritu navideño, con cantores de villancicos afuera de la concatedral barroca de San Juan durante el Adviento, y una vertiginosa exhibición de luces navideñas en la calle República.

El Teatro Manoel es bien conocido por su pantomima anual de Navidad —que este año presentará con la temática de Pinocho.

Para una actividad de Navidad menos convencional, una visita al museo privado de los juguetes que presenta muñecas, soldados, juegos de trenes y baratijas de lata con mecanismos de relojería que se remontan hasta la década de 1970, es un homenaje reconfortante de la infancia.

Barcelona, España  

Si logras extender tus vacaciones de Navidad hasta el día de Reyes el 5 de enero, no hay mejor lugar que Barcelona para encontrarte con Melchor, Gaspar y Baltasar.

La noche del 4 de enero, llegan al puerto de la ciudad en el Santa Eulalia —su propio barco—, barbados y envueltos en magníficas capas de terciopelo.

Se disparan cañones y se lanzan fuegos artificiales y, cuando el alcalde les entrega las llaves de la ciudad, la magia de los reyes inicia de manera oficial.

Desfilan por las calles en un espléndido recorrido de carrozas que incluye camellos, elefantes, jirafas y deslumbrantes disfraces.

Rovaniemi, Laponia, Finlandia  

Mientras que las leyendas que se remontan a tiempos tan antiguos, como la década de 1820, mencionan al Polo Norte como el hogar oficial de Santa Claus y su jovial esposa, los finlandeses quieren hacernos creer algo distinto.

Para ellos, en Rovaniemi, Laponia, ubicado justo al norte del Círculo Polar Ártico, es donde se encuentra el cuartel general de la Navidad.

Aquí, los niños hacen las galletas de jengibre con la señora Claus, se inscriben en la escuela de elfos o participan en una clase de caligrafía y redactan sus listas de regalos navideños con una pluma tradicional.

Otras atracciones del área incluyen el zoológico Ranua, hogar de osos polares bebés, glotones y alces, así como la granja de renos Sirmakko, donde los visitantes pueden participar en un safari en trineos llevados por renos, y el Arktikum, un centro científico donde se revela el misterio de las auroras boreales.

Quienes van en busca de una experiencia verdaderamente helada pueden hospedarse en el Arctic Snow Hotel, hecho en su totalidad de nieve y hielo, pero equipado con saunas y jacuzzis para entrar en calor.

Nuremberg, Alemania  

El mercado navideño de Nuremberg (Nürnberger Christkindlesmarkt) es una institución alemana que atrae a más de dos millones de visitantes cada año.

Entre lo más destacado podemos mencionar una rueda gigante de madera tallada, un carrusel antiguo y un tren de vapor.

A diferencia de los mercados navideños “falsos” que han estado surgiendo en la región, el consejo del mercado navideño de Nuremberg está muy comprometido a asegurarse que únicamente se vendan juguetes tradicionales hechos a mano y artículos navideños.

Aquí no encontrarás guirnaldas plásticas producidas en serie.

Los 200 vendedores selectos del mercado también preparan fantásticas exposiciones mientras compiten por el premio al puesto con el mejor diseño.

Los primeros tres lugares se llevan “figuras hechas con ciruelas secas” de oro, plata o bronce como premio.

Los adultos pueden disfrutar del pan de jengibre condimentado de Nuremberg y de tazas de vino caliente aromático.

Para los niños está el Museo del Juguete, mientras que el Museo Alemán del Ferrocarril es un éxito para todos.

Ciudad del Cabo, Sudáfrica  

¿Buscas una blanca Navidad poco tradicional?

Olvídate del snowboarding, en Ciudad del Cabo las fiestas giran en torno al sandboarding. Los visitantes pueden sujetarse y descender por hermosas pendientes blancas con la oportunidad de ver algunas tortugas, antílopes y gacelas mientras tanto.

Los adictos a la adrenalina que buscan una blanca Navidad pueden dirigirse a Gansbaai o a Hermanus, y sumergirse en jaulas en aguas dominadas por los formidables tiburones blancos… ¡y sus enormes dientes!

Los tradicionalistas pueden quedarse en el Stellenbosch Christmas Market, una enorme granja que se convirtió en un país de las maravillas con nieve falsa, un Elves Clubhouse para los niños y un bar llamado Santa’s Barn para todos los que han sido traviesos o se han portado bien, y tienen la edad requerida para beber. Para ponerle un poco de chispa adicional a las vacaciones, aprovecha el tiempo para visitar el Museo del Diamante en Ciudad del Cabo, el cual está abierto los siete días de la semana y en el cual la entrada es gratuita.

Ciudad de Quebec, Canadá  

Si eres el tipo de persona a quien le gusta celebrar la Navidad alrededor de un árbol hecho de hojas de metal recicladas, con luces alimentadas por el pedaleo de ciclistas cercanos, Quebec es tu destino ideal.

Al ser un refugio para las personas que se preocupan por el medio ambiente y los aficionados a las actividades al aire libre, la ciudad es un bullicio de actividad, y ofrece programas navideños para todos los gustos.

Los victorianos de la época moderna pueden disfrutar de una velada a la luz de las velas con historias de Charles Dickens que narran las tradiciones navideñas de antaño.

Los amantes de las salchichas y castañas tostadas pueden visitar el mercado navideño alemán.

Quienes se inclinen más por la religión, pueden visitar una exposición de nacimientos de alrededor del mundo.

El cercano Sentier des Caps de Charlevoix ofrece senderismo para toda la familia, recorridos con zapatos especiales para la nieve y la opción de esquiar, mientras los amantes de la velocidad pueden salir disparados en un trineo a motor de Nord Expe.

Reykjavik, Islandia  

Cuando de celebraciones navideñas se trata, Islandia cuenta con algunas peculiaridades.

Entre ellas, se dice que 13 “Yuletide Lads” (Santas desaliñados) le llevan regalos a los niños que se portan bien, durante las 13 noches que anteceden a la Navidad.

Filas de pequeños y hermosos puestos conforman el mercado navideño de Yule en Ingólstorg. Aquí, los visitantes pueden elegir coloridos regalos navideños, decoraciones y golosinas.

Las opciones de compra son distintas cada día, ya que algunos artesanos y diseñadores arman sus puestos sólo por un día.

Al brillar sobre una ciudad cubierta de nieve y luces navideñas, los despliegues de las luces del norte sólo contribuyen a la sensación festiva de Reykjavik.

San Miguel de Allende, Guanajuato, México  

Piñatas, posadas y ponche resumen las festividades en esta colorida ciudad mexicana, donde la navidad no sólo se trata de un asunto solemne sino festivo.

En los días que anteceden al 24 de diciembre, probablemente te encontrarás con María y José paseando por las calles, mientras los lugareños hacen peregrinaciones de casa en casa, cantando para “pedir posada”, representando el viaje a Belén.

Las piñatas y el ponche coronan una larga velada de peregrinaciones alrededor de esta ciudad de adoquín, designada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, por su riqueza de grandiosas iglesias, arquitectura bien preservada y magníficos zócalos, repletos con un encanto del Viejo Mundo.

Santa Claus, Indiana  

La Navidad es un evento de todo el año en este pueblo de menos de 3,000 habitantes.

Santa Claus, Indiana, recibe cientos de cartas al año de niños que tratan de contactar al mismo Papá Noel.

Un grupo de voluntarios llamado Los elfos de Santa se formó a mediados de 1930 para contestar cada una de las cartas.

La exhibición Land of Lights es un recorrido de 1.9 kilómetros alrededor del Lake Rudolph Campground & RV Resort.

Entre varios eventos con temática navideña, Santa es el anfitrión de una cena tipo buffet en Christmas Lodge durante todos los viernes que anteceden a la Navidad.

Estrasburgo, Francia  

La serie de aldeas con temática navideña de Estrasburgo transforman la ciudad en un país de las maravillas visual y gastronómico.

Los visitantes pueden dirigirse a la granja de la aldea de Alsace para degustar ciruelas, albaricoques y otras variaciones inspiradas en las fiestas de productos de granja.

La cercana aldea de Bredle cuenta con panecillos navideños tradicionales del mismo nombre, y abundantes cantidades de vino caliente alsaciano.

Desde la filarmónica de Estrasburgo hasta el góspel y jazz gitano inspirado en Django Reinhardt, el programa navideño de Estrasburgo está lleno de conciertos y eventos culturales de Croacia, el país invitado a las celebraciones navideñas de Strasbourg para este año.

Valkenburg, Holanda 

Este pequeño pueblo es el centro holandés de las festividades navideñas.

Velvet Cave en Valkenburg se transforma en un mercado navideño y en la residencia de Santa, donde los visitantes pueden ver su sala de regalos y el trineo tirado por renos.

La caverna alberga esculturas y una capilla del siglo 18, así como murales preservados que datan de los tiempos de los romanos.

Los productos de rocas margas y las artesanías tradicionales polacas son sólo algunos de los artículos únicos que se encuentran exclusivamente en los mercados navideños de Valkenburg.

¿Cuál es la mejor forma de llegar al pueblo navideño? Tomar un tren navideño expreso que viaja regularmente entre Simpelveld y Valkenburg.


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