15 factores que pueden elevar la probabilidad de desarrollar cáncer. ¡Esto vale la pena saberlo!
Written by Janito on 12 agosto, 2018
No es ningún secreto que el cáncer es una de las enfermedades más comunes en el mundo actual. Según las estadísticas, casi el 40% de los hombres y las mujeres en algún momento de su vida tendrán este diagnóstico. A pesar de que actualmente se siguen produciendo logros y descubrimientos increíbles en el campo del diagnóstico, tratamiento y prevención del cáncer, sigue siendo una de las enfermedades más graves.
Por desgracia, prevenir el cáncer al 100% es imposible, pero se puede reducir significativamente el riesgo de desarrollarlo.
Te presentamos los 15 principales factores que influyen en el desarrollo del cáncer.
1. Predisposición genética
El cáncer es una mutación genética, por eso en cuanto a genes respecta, y si alguna persona de tu familia lo ha padecido, esto puede determinar el riesgo de que también lo desarrolles.
Por ejemplo, si tu bisabuela tuvo cáncer de mama, el gen mutado pudo haber sido transmitido a través de la línea femenina. Sin embargo, sólo porque alguien en tu familia haya tenido cáncer, no significa que esté garantizado que todos enfermarán, a pesar de que pueda aumentar el riesgo.
Hoy en día, existen formas de determinar si tienes cualquier tipo de genes de cáncer comunes. Si estás preocupado por el hecho de que alguien en tu familia haya experimentado esta enfermedad, consulta con tu médico de cabecera.
Por desgracia, no se puede cambiar el ADN, con el fin de reducir el riesgo de cáncer. Sin embargo, puedes eliminar otros riesgos de tu vida.
2. Las bacterias beneficiosas y la microflora
Cada vez más estudios sugieren la importancia del equilibrio entre las bacterias «buenas» y «malas» en los problemas de cáncer y otras enfermedades. La disminución de las bacterias beneficiosas del tracto gastrointestinal pueden ser causadas por la inflamación, que es un factor en el desarrollo del cáncer. Su equilibrio es particularmente importante para las tres áreas de tu cuerpo.
La boca. En la actualidad, el papel de la microflora en la boca, en la lucha contra el cáncer o la prevención no está definido con precisión. Sin embargo, sabemos que las bacterias en la boca ayudan a producir citocinas que previenen la inflamación que puede causar cáncer. Una microflora pobre de la cavidad bucal puede desencadenar el cáncer de páncreas y el tracto gastrointestinal. En la mayoría de los casos, una higiene oral adecuada ayudará a prevenir infecciones peligrosas y mantendrá el equilibrio adecuado de bacterias.
El tracto digestivo. El bajo número de bacterias beneficiosas del tubo digestivo está asociado con el desarrollo de cáncer de esófago y de estómago, así como de enfermedades crónicas e inflamación del esófago.
Intestinos. La reducción de las bacterias beneficiosas en el intestino puede ser causada por la inflamación, lo que aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. La inflamación también puede accionar una variedad de enfermedades crónicas tales como la colitis, lo que también aumenta el riesgo de cáncer.
Según los expertos, si llevas una dieta alta en probióticos, que te ayude a mantener el control de tu microflora del tracto gastrointestinal y el equilibrio de las bacterias, reducirás el riesgo de cáncer.
Hay bacterias beneficiosas en grandes cantidades contenidas en los productos tales como el kimchi, chucrut, kéfir, Kombucha, y en algunos yogures.
3. Los productos de carne y la carne roja
La Organización Mundial de la Salud ha clasificado los productos cárnicos como carcinógenos (sustancia que causa cáncer). Estos incluyen: salchichas, jamón, bacon, embutidos ahumados, otros embutidos. La carne roja incluye la carne de res, cerdo, ternera y cabra.
De hecho, un carcinógeno es cualquier carne que haya sido procesada (ahumada, salada o curada) con el fin de extender su vida útil. El principal problema con el consumo de carne y productos de carne roja radica en el hecho de que quienes abusan de ellos, incluyen en su dieta menos frutas y verduras útiles. Debes comer carne roja una vez o dos veces por semana, horneada o asada.
4. Las verduras crucíferas
Según algunos expertos, las verduras crucíferas son una fuente importante de glucosinolatos y sus productos de hidrólisis, incluyendo indol e isotiocianato. La inclusión de brócoli en tu dieta, coles de Bruselas, y col rizada te ayudará a reducir el riesgo de cáncer.
5. Los antioxidantes
Una gran cantidad de expertos coinciden en que el bronceado es malo para la salud. Provoca daño en las células de la piel por la luz ultravioleta (UV) o luz solar. Además del hecho de que la exposición prolongada al sol y cama solar causa no sólo los primeros signos de envejecimiento, sino que también puede desencadenar melanoma o cáncer de piel.
Los principales antioxidantes que deben estar presentes en nuestra dieta incluyen:
Vitamina E: almendras, espinaca, batatas (camote), aguacates (palta);
La vitamina C: naranjas, pimientos rojos, coles de bruselas y rizada;
Los carotenoides: zanahorias, camote, verduras de hoja verde oscuro, tomates;
Selenio: Las nueces de Brasil, atún, amarillo, halibut, sardinas;
El ácido fólico: lentejas, frijoles, aguacate, vegetales verdes oscuros.
6. Bronceado
Una gran cantidad de expertos coinciden en que el bronceado es malo para la salud. Provoca daño en las células de la piel por las lámparas de luz ultravioleta (UV) o luz solar. Además del hecho de que la exposición prolongada al sol y cama solar causan los primeros signos de envejecimiento, sino que también puede desencadenar melanoma o cáncer de piel.
Según las estadísticas, las personas que han comenzado a utilizar una cama solar antes de los 35 años de edad, enferman de cáncer un 75% más.
La vitamina D de la luz solar tiene efectos beneficiosos sobre nuestro cuerpo, por eso tienes que evitar permanecer en el sol cuando el calor es abrasador, y usar protector solar.
7. La vitamina D
Los estudios han demostrado que las personas que viven en países con un clima cálido y reciben una gran cantidad de vitamina D, tienen tasas más bajas de mortalidad por cáncer, aunque su papel en la prevención de la enfermedad sigue siendo una hipótesis.
Con el fin de obtener la dosis necesaria de vitamina D de la luz solar, no necesariamente tienes que estar todo el día sentado en el sol. Será suficiente con pasar una hora en la calle en un vestido descubierto (para personas con piel sensible es suficiente con 10-15 minutos).
8. Estilo de vida sedentario
Un estilo de vida sedentario aumenta el riesgo de desarrollar una amplia gama de enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer. Si pasas mucho tiempo sentado en el trabajo, conduces un coche, lees libros y ves la televisión, corres el riesgo de tener cáncer de ovarios, próstata, recto, útero o de mama.
En tales circunstancias, es importante dedicar tiempo a realizar ejercicios físicos. Bajar del autobús un par de paradas antes, caminar a la hora del almuerzo, aparcar tu coche en el otro extremo del estacionamiento. Cuanto menos tiempo pases en una posición sentada, mejor.
9. El sobrepeso u obesidad
Según las estadísticas, en los EE.UU. el 20% de las personas que se enfrentan a diferentes tipos de cáncer, sufren de sobrepeso u obesidad. El exceso de grasa en el cuerpo aumenta el riesgo de cáncer, ya que afecta a:
El funcionamiento del sistema inmune y procesos inflamatorios;
Niveles de hormonas (estrógeno y especialmente insulina);
Los factores responsables del crecimiento de las células;
Proteínas que afectan el uso y la producción de hormonas sexuales.
La reducción de peso y el mantenimiento normal, por supuesto, ayuda a reducir el riesgo de cáncer.
10. El azúcar refinada
Recientemente el azúcar ha sido clasificada casi como uno de los productos más perjudiciales, pero es necesaria para que nuestro cuerpo funcione correctamente.
Algunas fuentes afirman que el azúcar es capaz de que el cáncer se dispare muy rápido, pero la mayoría de estas hipótesis aún no se han demostrado. Al mismo tiempo el abuso de azúcar refinada puede causar obesidad, que, como se mencionó anteriormente, aumenta el riesgo de cáncer.
Trata de reducir la cantidad de azúcar y dulces en tu dieta, esto te ayudará a reducir tu riesgo de cáncer.
11. La inflamación
Los procesos inflamatorios subyacen a enfermedades crónicas: la diabetes, la artritis, la migraña y muchos otros. Lo mismo ocurre con el cáncer.
La inflamación crónica debido a las infecciones pueden causar daño a los tejidos y cáncer. Un papel importante lo juega nuestro estilo de vida y la dieta en esta materia.
Afortunadamente, hay productos que tienen propiedades anti-inflamatorias y pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer. Estos incluyen:
Verduras y frutas;
Especias como el jengibre, la canela y la cúrcuma;
Hierbas como el orégano;
Té;
Grasas omega-3 contenidas en el pescado azul, las nueces y las semillas.
12. Carcinógenos
Cada día nuestro cuerpo está expuesto a toxinas y productos químicos. Las personas que trabajan en ciertas industrias, como la industria de la construcción, la metalurgia, la agricultura, el transporte, e incluso la cosmetología, están más expuestas a diversas sustancias tóxicas que otras personas.
El asbesto, los tubos de escape de los motores diesel, hidrocarburos, formaldehído, arsénico y diversos tipos de radiación son sólo algunas de las toxinas que pueden causar cáncer.
Incluso si no estás trabajando en estas industrias, todos los días estás expuesto a las toxinas que están contenidas en los productos para el hogar, por ejemplo: detergentes, ambientadores, cosméticos y champús.
Esto es lo que hay que tomar en cuenta con el fin de reducir el impacto de sustancias químicas peligrosas en el cuerpo:
Utiliza sólo detergentes naturales y orgánicos.
Usa cosméticos naturales y orgánicos.
Come productos orgánicos.
Utiliza ambientadores naturales.
Usa champú y acondicionador orgánico.
Limita el uso del teléfono celular y no lo guardes en el bolsillo o cerca de tu cuerpo.
Beba agua filtrada.
13. Rayos X y tomografía computarizada
Los rayos X y la radiación gamma son carcinógenos conocidos, y altas dosis podrían provocar cáncer. Esto se vio en personas afectadas por accidentes nucleares y las guerras, así como aquellos que han pasado por el tratamiento de radioterapia.
Un factor clave es la dosis de radiación, y en muchos casos el uso de la utilización de la tomografía de rayos X se paga con el riesgo de la enfermedad.
La ecografía y la resonancia magnética son una alternativa segura a los rayos X y la tomografía computarizada, pero no en todos los casos estos procedimientos serán adecuados.
14. El sexo sin protección y enfermedades de transmisión sexual
Las infecciones de transmisión sexual durante las relaciones sexuales no protegidas (especialmente VPH) pueden provocar cáncer de cuello uterino en mujeres y cáncer de pene en los hombres.
Para prevenir el VPH, usa condones, y examínate regularmente por un médico.
15. El tabaco y el alcohol
El tabaquismo es actualmente una de las principales causas de muerte por cáncer. Además de la nicotina, los cigarrillos contienen miles de productos químicos tóxicos. Incluso el tabaquismo pasivo irregular aumenta el riesgo de cáncer.
El abuso de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, laringe, hígado y mama.
Limita el consumo de alcohol y evita el alto contenido calórico de las bebidas dulces.
Como ya se ha indicado anteriormente, prevenir el cáncer en un 100% es imposible, pero conociendo estos factores ayudarás a reducir significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad. No te olvides de compartir esta información con tus seres queridos.