INAH halló cráneos de tzompantli en Línea 12 del Metro
Written by Janito on 31 diciembre, 2013
La dependencia hizo un balance de los descubrimientos realizados durante las obras de la nueva ruta del transporte público, entre los que destacan vestigios, ofrendas, restos humanos y de animales
Los cráneos de dos de individuos del sexo masculino de entre 25 a 35 años, uno de una fémina de entre 18 a 22 años y el de un cánido, pertenecientes a un Tzompantli que datan del periodo Posclásico Tardío (1350-1521 d.C.), fueron algunos de los hallazgos arqueológicos en las obras de la Línea 12 del Metro.
Así lo dieron a conocer en un comunicado la bióloga María de Jesús Sánchez Vázquez y la arqueóloga Georgina Tenango Salgado, de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al ofrecer un balance de los descubrimientos realizados de octubre de 2008 a agosto de 2012, a lo largo de 24.5 kilómetros de extensión de dicha línea de transporte subterráneo.
Destacaron que los estudios que realizaron revelaron que los cuatro cráneos pertenecieron a un Tzompantli, el primero de ellos correspondiente a un perro -que por vez primera se halla en este tipo de altares-, además los cráneos de las personas presentan una perforación a la altura de la cien lo que indica que pudieron haber sido atravesados con una para para colocarlos en el tzompantli, además de que estaban orientados hacia el suroeste.
Respecto a la presencia del cánido, María de Jesús Sánchez señala que quizá se deba a que los perros estaban relacionados con los ritos funerarios, para que acompañaran a los difuntos en su camino al inframundo, pero es la primera vez que se tienen referencias del cráneo de uno de estos animales en un Tzompantli.
Tales osamentas se sumaron a las evidencias de asentamientos prehispánicos detectadas: casas habitación, tlecuiles, pisos, canales de piedra y lajas, esculturas, abundante material cerámico y lítico, y un centenar de entierros, en su mayoría de infantes.
Al referirse a los demás vestigios, las especialistas señalaron que en el intertramo de las estaciones Atlalilco-Mexicaltzingo, hallaron evidencias de asentamientos prehispánicosconsistentes en muros de casas habitación, tlecuiles, pisos y apisonados, un canal hecho con piedras y lajas, dos esculturas, lítica, abundante material cerámico del tipo Azteca II y III, y 63 entierros entre los que predominaban infantes depositados en ollas y directo en la tierra, algunos con ofrenda.
En la estación Mexicaltzingo se registraron más restos de unidades habitacionales, entre ellos muros de piedra, pisos y apisonados, una plataforma, tlecuiles, fragmentos de cerámica doméstica correspondientes al periodo Posclásico Temprano (1150-1350 d.C.), en los que sobresalen los tipos Azteca I y II, malacates de todos tamaños, agujas de hueso, además de 26 entierros preponderantemente de infantes colocados en ollas y en la tierra.
“La participación de diversos especialistas de la Dirección de Salvamento Arqueológico y de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, han enriquecido la investigación pudiéndose determinar padecimientos de la antigua población de Mexicaltzingo e identificar especies utilizadas tanto en la alimentación como en la industria”.
Por otra parte, en el acceso a la estación Lomas Estrella se hallaron las osamentas de dos individuos adultos, uno en posición flexionada (fetal) que tenía como ofrenda un cajete miniatura en la región abdominal y uno trípode a la altura del cráneo.
El otro individuo estaba en posición sedente flexionado (sentado) y tenía como ofrenda un desfibrador elaborado en basalto, tres canutos de hueso, dos cajetes trípodes, una miniatura de silueta compuesta, restos de cal, así como dos cajetes tipo Azteca III, cuya antigüedad se estima en alrededor de 500 años.
Durante estos trabajos de arqueología de salvamento, al interior del panteón de San Lorenzo Tezonco se encontraron las ruinas de una troje y de lo que fue la casa grande de la Hacienda de San Nicolás Tolentino, que se construyó en 1622.
En el intertramo de las estaciones Culhuacán-Atlalilco se registraron 46 metros de largo de un antiguo camino de piedra que pasaba frente al Ex Convento de Culhuacán, restos de un muro muy ancho con piedra de gran tamaño, y la estratigrafía correspondiente a un ojo de agua localizado sobre la avenida Tláhuac.
En la estación Parque de los Venados se registró un entierro de adulto que tenía como ofrenda una jarra con círculos incisos, un silbato rojo zoomorfo, dos navajillas de obsidiana verde y un cajete pequeño con soporte de pedestal, del periodo Posclásico Tardío.
En la estación Mixcoac se recuperó escaso material arqueológico en el que predomina la cerámica del periodo Epiclásico (650-900 d.C.), fases Coyotlatelco y Mazapa, así como evidencias del cauce de un antiguo río. Durante la vigilancia efectuada para colocar tuberías de agua potable, en Patriotismo, casi esquina con Donatelo, se halló parte del esqueleto de un individuo adulto que tenía como ofrenda una vasija del tipo Mazapa.
En fechas recientes se les comunicó a las arqueólogas sobre el proyecto de ampliación del eje del trazo de la Línea 12 del Metro hacia el norponiente, para agregar tres estaciones y hacer correspondencia con la estación Observatorio de la Línea 1, por lo que ya entregaron su propuesta de trabajo a la Dirección de Salvamento Arqueológico, para que a su vez la envíe al Consejo de Arqueología del INAH, “ya que parece ser que hubo asentamientos del periodo Clásico (100 al 750 d.C.) que es importante investigar”, dijeron.