Cómo vivir como un minimalista

Ser un minimalista comienza con la idea de serlo. Tienes que creer que eres un minimalista, que estás por encima de los bienes materiales.

Comienza por las pequeñas cosas. Pregúntate: ¿Realmente necesito esto?

Para motivarte piensa en las ventajas. Limpiar es más fácil cuando no tienes muchas cosas por ahí.

Categoriza. Memorias, artículos de primera necesidad, etc. Eso ayuda al proceso.

Después de que tu espacio para vivir -tu casa- ha alcanzado un mínimo, piensa qué vas a hacer con todas las cosas extra de las que te vas a deshacer. Puedes venderlas o donarlas a la iglesia o venderlas en un “mercado de pulgas” para que otra persona las pueda disfrutar. También puedes poner un aviso en un periódico local en el que digas que estás regalando muebles y cosas a estudiantes y así.

El pensamiento minimalista es bastante sencillo. La idea es que solo tengas cosas que realmente necesitas. Esto no significa que no pueden ser costosas ni nada por el estilo, sino que principalmente no haya muchas cosas.

Cuando estás limpiando y te encuentras con un objeto que acabas de reconocer, no lo necesitas. Si pudiste vivir sin él sin siquiera recordar ese objeto en particular, entonces también puedes renunciar a él.

Cuando compres ropa y cosas, siempre pregúntate, ¿realmente lo necesitas? Y, ¿durante cuándo tiempo realmente lo vas a usar? Si solo es algo que quieres porque alguien más tiene el mismo objeto, ¿realmente vale la pena? Si no lo usas para ti sino para que los demás puedan ver que tienes esto o aquello, ¿realmente vale la pena?

Te ahorrarás muchísimo dinero si no compras algo que realmente no necesitas. Puedes ahorrar este dinero para comprar cosas de mejor calidad y tener una mejor calidad de vida en general.

Organiza. Mantén tus cosas (por mínimas que sean) en orden. De esta manera, incluso si no tienes muchas cosas, siempre podrás encontrarlas con mucha facilidad y sin esfuerzo.

Ahora que ya no tienes muchos muebles y cosas en general, piensa en un apartamento más pequeño. ¿De qué sirve esforzarte por pagar un apartamento que, en el mejor de los casos, está lleno a la mitad? No necesitas tanto espacio.

Y, ¿qué me dices de la ropa? ¿Cuándo realmente usaste esa camisa en particular? ¿Esos pantalones cortos son demasiado pequeños? Deja la ropa que ya usas y que están rotas, son demasiado pequeñas, son demasiado grandes, o lo que sea. No las necesitas.